sábado, 24 de octubre de 2009

Existencialismo

Traté de plasmar en escrito lo que ronda en mi mente hace ya bastante tiempo. Tal vez no logre una conclusión desarrollada y final como se puede hacer sobre todos los demás temas, pero sí explayo los atisbos a los que, con mi mente finita, puedo llegar. No pretendo presentar un tratado de existencialismo, pero sí transmitir los pensamientos que voy teniendo. Sin más introducciones, aquí va:



EXISTENCIALISMO
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A veces, o más bien, muy a menudo surgen en mi interior preguntas existenciales. Suelo decirles a mis amigos que estoy "onda Eclesiastés" cuando me ocurre eso, o que estoy completamente existencialista. Es que realmente creo que es una faceta propia del ser humano: la búsqueda del sentido de trascendencia de la vida.

Me pareció raro y me sigue llamando la atención que, siendo un cristiano, un hijo de Dios que tuvo una experiencia de vida transformadora tras haber conocido a Jesús, sigan esas inquietudes sin respuestas en mi interior. Pero llegué a la conclusión que esa "etapa de la Vida", por llamarlo así, o esas preguntas existenciales, encuentran su espacio en la misma Biblia, justamente en libro que mencionaba: Eclesiastés, que según mi parecer, tiene un tinte netamente existencialista, filosófico, divagador, o como quieran llamarlo.

Creo que dentro del ser humano mismo, está la búsqueda de ese deseo de encontrarle un sentido a las cosas. Pareciera de repente como que pasan días, momentos, cosas, situaciones, y que todo al final pasa, que nada perdura, ni los buenos ni los malos momentos permanecen para siempre... y cuando todo pasa, cuando todo está tranquilo, cuando uno se encuentra solo de vuelta, se pregunta: "¿Y después?". Pareciera que uno tiene el deseo de que todo dure para siempre. Es bíblico. La respueta la encuentro en Eclesiastés 3:11, cuando dice que Dios ha colocado eternidad en el corazón del hombre.

Me cuestiono a mí mismo y llego a la pseudo-conclusión (no estoy seguro) de que la vida es más que logros, reconocimientos, trabajo y esfuerzo. Eso es parte de la vida, pero no es la vida en sí. Más allá incluso del propósito de Dios para nuestras, del llamado, de predicar el Evangelio - los cuales son fundamentales para nuestra vida en Cristo -, los libros de Eclesiastés y Proverbios nos dan dos afirmaciones irrefutables y con las cuales concuerdo, a partir de mi corta experiencia de vida aún. He aquí:

"He aquí pues el bien que yo he visto: Que lo bueno es comer y beber, y gozar uno del bien de todo su trabajo con que se fatiga debajo del sol, todos los días de su vida que Dios le ha dado; porque esta es su parte" (Eclesiastés 5:18).

Tal vez siempre podamos tener esa insatisfacción en cuanto a todo lo que hagamos en la tierra, por cuanto Dios colocó eternidad en nuestro corazón, y seremos "plenamente plenos" el día que estemos con Él en la eternidad. Pero mientras tanto, Dios también estableció que nos gocemos y regocijemos en ls bendiciones que Él nos da, que sepamos valorar los pequeños detalles y disfrutar de las cosas buenas que nos ocurren, siempre, a pesar de todo lo malo que nos pueda rodear.

Respuestas absolutas, simples, concretas y directas a preguntas como: "¿Cuál es el sentido de la vida?" Al menos, respuestas completan y satisfagan completamente, no. Porque la respuesta está en Dios. La respuesta puede ser perfectamente, como también lo dice Eclesiastés 12:13

"El fin de todo el discurso oído es este: Teme a Dios, y guarda sus mandamientos; porque esto es el todo del hombre".

DIOS es la respuesta final a nuestras preguntas existencialistas y el día que estemos con él en la eternidad nuestro conocimiento sobre Él y sobre nosotros mismos será pleno.

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