viernes, 2 de enero de 2009

MÚSICA

Música es emoción y alegría cuando todo parece oscuro y nada tiene sentido.
Música es una inyección de vida en la misma arteria cuando el cuerpo se desangra en soledad.
Y todo vuelve a vivir y el corazón mismo, a latir, cunado ella y él laten al mismo ritmo.
La melodía vibra en lo profundo, la música y el alma se hacen uno, ensamblando una sinfonía de amor… al Único Digno, al Único Santo, al que nos amó hasta la cruz.

Música es vitalidad que se siente palpitar cuando deja de ser sonido y es un todo que impregna las dimensiones más profundas del ser.
Sólo al ritmo de ella y al compás de su melodía… solo a la plenitud de tanta hermosura ya sintiéndose en el cuerpo con una voz tan fuerte que, por eso, es silencio… Vuelvo a vivir, con música en el alma.

Melodía, ritmo y armonía son parte de nosotros, de nuestra misma esencia.
Es un éxtasis sublime que eleva, transforma, trasciende.
La música está en nosotros.
Es más fuerte que fuego en la sangre, más irrumpiente que el torrente caudaloso.
Es música que grita por sonar.
Es uno…. Es el cuerpo mismo que gime por hacerse uno y elevar.
Es nosotros mismos.

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